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Tristemente el verdadero espíritu Romántico ha existido muy pocas veces. En realidad, el verdadero espíritu artístico, aunque aparentemente presente todo el tiempo, es poco común. Sin embargo, en la opinión del autor, una postura Romántica no implica solamente una postura artística—ahí, probablemente, se encuentra el error común del docto-de-superficies—el verdadero espíritu no se reduce a la belleza directa del arte común y su estética sin profundidad; viene primero de los adentros, segundamente: abarca todos los aspectos del pensamiento, y terceramente: se expresa.
Especifiquemos:
- Primero existe el espíritu (no hablo de una sustancia divina, sólo de la idea).
- Después, la Idea se adapta y toma posiciones respecto a las demás ideas pertenecientes a cualquier materia de pensamiento humano. Por ejemplo, si existe una tendencia al subjetivismo en el sujeto, entonces ese subjetivismo se verá reflejado en sus ideas políticas. (El ejemplo será más específico en la tercera etapa.)
- Finalmente, esta Idea adaptada a todas las áreas del conocimiento, se expresará a través de cualquier tipo de acciones y posturas (de las cuales sólo algunas son medios artísticos). Ejemplo: Románticamente hablando, tratar de entender por completo la esencia del concepto Música será inevitablemente imposible. De igual manera, hablando de política, el Romántico puede tomar una postura apolítica al entender que los asuntos del hombre serán siempre reflejo de su insuficiencia o de su soberbia. Lo que necesito aclarar con esto es que el sujeto, independientemente de que sea o no un artista, podrá actuar con una postura Romántica dentro de todas las áreas del conocimiento. Último ejemplo y continuaré: dentro de la ciencias, el Romántico puede mostrarse siempre desconfiado de lo que ellas determinan ya que sus métodos parecen insuficientes y faltos de «espíritu»; los medios para el conocimiento tienen que ver con lo sensorial y lo subjetivo del sujeto, no con lo determinable por un proceso racional e ilustrado (como lo es el método científico).
Ahora, ¿cuál es el gran problema con las artes a lo largo de toda la historia humana? Sus dos grandes reducciones: ser reducidas a modas o ser reducidas a armas ideológicas.
Me iré directamente al Romanticismo para no perder más tiempo en generalidades.
Nace en medio de la Europa racional de finales del siglo XVIII, con las revoluciones ilustradas avecinándose y con el apogeo cercano del lineal arte Neoclásico. El nuevo sistema económico ha llegado para quedarse y, aunque otorga al sujeto un valor como individuo, el hombre se reduce cada vez más a un significado capital y científico. Pero precisamente entre estas consciencias individuales surge un pensamiento que busca realzarse de nuevo de entre su cerrada realidad política. Surge la necesidad de la admiración ante el misterio y la búsqueda de una esencia humana que el método científico nunca podría si quiera contemplar: El Romanticismo.
El valor de esta forma de pensamiento ha sido injustamente reducido a una lista de tópicos y características inmediatas que no son nada por ellas mismas: el amor, lo nocturno, las almas, las mezclas entre artes, la naturaleza. Todos estos temas, recursos y motivos están unidos por una esencia mucho más significativa que su aparente estética instantánea.
Existe en el Romántico la necesidad de negar la creencia de que a través de la pura razón se puede llegar a la verdad. En el fondo, la existencia de este pensamiento subjetivo es un problema epistemológico en donde la cuestión a discutir es si el pensamiento esquemático y científico es capaz de describir una realidad verdadera, y, como resultado, determinarla con leyes.
Este es el centro y la esencia del verdadero pensamiento y espíritu Romántico, la duda sobre la capacidad en la razón por sí misma y la búsqueda de una verdad subjetiva (probablemente por medios sensoriales—metafísicos diría Poe) son las raíces de esta expresión.
Pero entender esta concepción del conocimiento le costó trabajo a muchos, a otros tantos les pareció innecesario y los últimos no tuvieron idea de su existencia. El Romántico no tardó en volverse una moda que se expandió por toda Europa y, en esa forma de moda, llegó a América. Los motivos y los tópicos Románticos se volverían en un circo de exageraciones y presunciones. Tal vez exagere, pero para explicarme mejor diría que el 60% de los artistas y las obras que consideramos románticos (as) son producto de modas. El otro 30% son personas que utilizaron al arte (o fueron utilizadas por gobiernos) para hacer propagandas nacionalistas. El melancólico 10% tiene su verdadero espíritu atrapado en ellos y dieron al mundo muy poco de lo que la Idea verdadera fue en su interior. Aclaro que hablo específicamente sobre el movimiento Romántico de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
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Tristemente el verdadero espíritu Romántico ha existido muy pocas veces. Se pierde rápidamente cuando se escucha por el mundo y se transforma por los pretenciosos en un medio más para los placeres efímeros. En Europa muy rápidamente les fue divertido a las personas volverse «apasionados» por todo. Se «convulsionaban» al escuchar la 5ª de Beethoven, idealizaban a mujeres sin conocerlas (como Berlioz quién más tarde se hastió de su idealización barata), o se disparaban en la cabeza por pérdidas amorosas sintiéndose todos unos Werthers. Parecido a las modas actuales, pero al menos no estaban completamente reducidos al consumismo como ahora. Ese era el entretenimiento de la época (algo burgués a decir verdad, pero no entremos en los conflictos de clases sociales), fueron buenos precedentes de las telenovelas. Por otro lado, tenemos al buen nacionalismo en camino. Los grandes del racismo como Wagner o de la unificación como Verdi. Les dicen románticos por unir pueblos en contra de todos los demás. Es interesante el salto tan degradante que le otorgan al arte. El hombre Romántico que se buscaba en la esencia de su cultura y escarbaba entre sus orígenes folklóricos encontraba una belleza hermosa en el misterio de su pasado, pero pronto las políticas algo historicistas—y me atrevo a decir imperialistas—encuentran, en esta búsqueda por el origen, el pretexto ideológico para el nacionalismo discriminante.
De esta manera, el Romanticismo se reduce en menos de medio siglo a las políticas humanas y, peor aún, a los teatros sociales.
Hablemos ahora sobre el verdadero Romanticismo y encontrémonos en él.
Antes de que la corriente se volviera en una moda está lo que Wikipedia (a nombre de muchos «estudiosos») determina como el Pre-Romanticismo. En esta pre-corriente encontramos el motivo verdadero, la desesperación del hombre subjetivo en medio de un mundo manejado por el pensamiento geométrico. ¡¿Qué es el hombre además de un cuadrado?!
Y entra el gran Novalis para decirnos entre su luto que la realidad científica no es más que el opio de la mayoría. Su Noche es la portadora de la verdad y Ella escoge solamente a algunos para otorgarles el Conocimiento Idealista de la Contemplación.[1]
Goethe humaniza al Romanticismo y lo personifica a través de Werther. El hombre Romántico existe en su personaje y, aunque un tanto excéntrico e incomprendido, los ideales y las posturas Románticas existen verdaderamente en la conducta humana gracias a la novela de Johann Wolfgang.
Después de unos años, en medio de políticas peligrosas, Mendelsohn salva de nuevo al Romántico al entender que la Música es externa y superior a los conflictos del hombre. Encuentra belleza Natural en cualquier país[2] y la expresa independientemente de que sea el suyo o no. Sinfonías Escocesa e Italiana siendo un Alemán de orígenes judíos en medio del antisemitismo. Criticado por Wagner, pero copiado y admirado en secreto por el mismo. Si se dogmatizara al Romanticismo, Mendelsohn podría ser un mártir perfecto.
Finalmente mencionaré a Poe. Edgar Allan Poe en una América de modas, realzado injustamente entre géneros estúpidos, considerado por el mediocre promedio un autor de «terror». Al lograr su etapa de madurez artística más fuerte, Edgar salvó y resignificó al Romanticismo entre las concepciones del conocimiento. A través de sus textos metafísicos dio alto lugar a una nueva espiritualidad cognitiva que, de nuevo, pocos lograron entender.
Me molesta decirlo así, pero es verdad que pocos lo Ven. [3].jpg)
Aquí comienzo a buscar el Romántico en la actualidad (trataré de ser breve).
Principiando el siglo XXI, ¿qué somos? Un número. A veces somos estadística, a veces somos una unidad en una lista, con suerte somos años, pero sobre todo somos una cifra monetaria. Ese es el valor del hombre actual. Después de dos siglos de industria, de la explosión de ideologías a través de guerras mundiales y de sistemas económicos fallidos, somos los desechos de tanto conflicto. Vivimos el mayor sincretismo registrado en la historia humana (y no un sincretismo del que uno se enorgullece). La cultura es el producto más reusado y revendido. Hoy el hombre no es un cuadro o una línea racional si quiera, hoy no hay espíritu que buscar. El Romántico de hoy no está buscando una realidad no-científica, está buscando simplemente una realidad que le otorgue valor. Y es Romántico porque le queda solamente buscarla en sí mismo o tejerse un idealismo que le construya la posibilidad de inventar ideales y sentidos de nuevo. El subjetivismo es un llamado constante, no es un abandono del conocimiento, sino su revaloración y su redefinición.[4]
Dentro de la Cinematografía ha existido la esperanza de nuevo. El Cine ha permitido al artista encontrarse en mundos ajenos a la realidad insubstancial del siglo XXI. Aunque en todas partes las sombras de la moda y el consumismo acechan, algunos hombres han vuelto a Ver. Y de una u otra forma el grito hacia una realidad menos material es tangible de nuevo.
Espero que, con las revoluciones que el humano ha tenido que sufrir en los últimos meses, exista de nuevo la visión hacia el valor humanista de las cosas. Espero también que las demás artes Vean.
Las mediocres artes contemporáneas pueden revivir para renacer con ellas al hombre que se perdió entre especulaciones monetarias.
H. Sapiña Flores
2:22am 13-abril-2009
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[1] Considero prudente—aunque tal vez innecesario—mencionar que un gran temor mío es que Chopin no conozca esta verdad sobre la Noche y que sus Nocturnos no sean más que tópicos y modas. ¡Qué lástima sería que tan hermosas piezas fueran productos de moda!
[2] El autor está utilizando “país” refiriéndose a “territorio”.
[3] Sucede lo mismo que con las Matemáticas, todos las aprenden en algún momento. Y muchos de los que las estudian a fondo nunca les encuentran otra utilidad que no sea la directa. Doctores y Maestros de las Matemáticas nunca se dan cuenta que contienen entre sus conocimientos la estructura del Universo mismo. Son muy selectos los que lo notan, las Ven y las respetan, les dan su lugar.
[4] Si, ya sé que no hemos de llamar Romántico a un sujeto ajeno a la época en la que se desarrolló esta etapa del arte, pero por ahora así le diré para no adentrarnos en conflictos de cuantos prefijos “neo” debe contener la palabra.
Pinturas por Caspar David Friedrich:
La luna saliendo a la orilla del mar (Mondaufgang am Meer), Las tres edades (Die Lebensstufen), Monje a la orilla del mar, Prados en Greifswald (Wiesen bei Greifswald)
Recomiendo buscar las pinturas en grande ya que por aquí no pude ponerlas en buen tamaño.
Me gustaría agregar algo sobre Beethoven y sobre Caspar David Friedrich...lo publicaré cuando lo haga.
